Si la última vez que estuvimos esquiando resultó todo un reto divertidísimo, esta vez no iba a ser menos y es que tocaba probar nuevas técnicas y también demostrar que recordamos todo lo que hemos ido aprendiendo en el espacio de Cuidado Personal . Así, fuimos de nuevo a la pista de esquí cubierta de Xanadú con el principal objetivo de realizar un descenso a toda velocidad, ¿quién dijo miedo? Para ello, una cuidada progresión de frenadas, giros y aceleraciones en diferentes situaciones nos llevaron a deslizarnos con mayor comodidad por la pista, aunque de primeras nos costara recordar lo aprendido en la excursión anterior, teniendo que bajar de culo, pero con mucho estilo, un par de metros. Continuamos incrementando la dificultad y puliendo nuestra técnica, entre algún grito y caída, mientras nos acercábamos a nuestro objetivo: ser las más rápidas, por lo que terminamos nuestras clases con una competición final en la que demostramos que, además de haber aprendido nuevas técnicas de e...